
(Víctor Manuel Ramos)
Juan Orlando Hernández (JOH) ha tomado posesión como presidente de Honduras de forma fraudulenta y en completa soledad. Si bien es cierto que el estadio estaba semi lleno, todos eran gargantas compradas con un hot dog, unos cuantos pesos y una bandera de la estrella solitaria, mientras el pueblo consciente ocupaba las calles de la otra Honduras, la heroica, en protesta, enfrentado con los militares convertidos –tristemente- en guardia pretoriana del dictador.